Seguimos recorriendo el blog!
-¿Qué pasa, hijo? ¿Por qué tan apurado últimamente? – mi madre quiso saber.
-Mirá que te necesito bien en el negocio – mi padre comentó con seriedad.
Los comentarios y preguntas molestas seguían en catarata:
-¿Qué pasó con la chica que venía por las clases de guitarra…?
No pude evitar golpear los puños contra la mesa. Mi madre había tocado en la herida.
-¿¡Pueden dejar de controlar mi vida!?
Nadie sabía realmente lo que me estaba pasando.
By Pame
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