-Bueno, linda, tomate tu tiempo… Pero quiero que sepas que yo voy a seguir firme, esperando por tu amor.
-Está bien, adiós…
Saludé a Danilo y desaparecí por un pasillo. Cuando tomé el ascensor, me encontré con Patricio. Mi mundo volvía a tambalear.
-¿Cómo estás?
Fingí seguridad:
-Muy bien, estoy yendo a lo de una amiga.
Patricio me miraba, como si quisiera abalanzarse sobre mí. Entonces rememoré su cuerpo penetrando el mío, su calor bañando mi piel, sus besos ahogándome de pasión.
/By Pame/
Deja un comentario